Hay una sensación que es la antiventa personificada. Jamás hagas sentir esto a tu cliente porque entonces no te comprará nada en tu vida. ¿Quieres saber de qué se trata esto? Sigue leyendo y te lo cuento…
Si quieres que tu cliente te compra, jamás le hagas sentir esto…
Estoy en mitad del lanzamiento del Método OVNI, si aún no te has enterado corre a la web y échale un ojo porque además, hasta dentro de unos días lo tienes con un descuentazo importante por solo 19€. Luego valdrá 100.
En solo 48 horas lanza tu producto digital y haz que parezca de otro planeta, ese es el lema de este Método. Y con él conseguirás plantillas y mucha información muy valiosa y práctica para ponerte manos a la obra y pasar a la acción de una vez por todas.
Dale un vistazo, seguro que te mola.
Y ahora, volviendo al tema que nos ocupa hoy…
Vamos a hablar de esta sensación de la que voy a hablar hoy.
Esto hará que tu cliente salga corriendo, no quiera comprar y huya de ti para no volver jamás.
Es curioso pero, muchas veces tenemos el ansia de ayudar a la otra persona, de que nos compre y trabajar con ellos.
Alguna vez es por ganas y muchas otras es porque necesitas el dinero… Pero lo que comunicamos en ambos casos es esta sensación que te digo que no debes hacer sentir a tu cliente que tienes.
La escasez.
Esa es la sensación de la que vamos a hablar hoy.
Jamás hagas sentir tu escasez a quien le quieras vender algo
Cuando el cliente nota una sensación de escasez, la otra persona siente que buscas algo de ella.
Sus instintos inconscientemente le van a hacer sentir como una presa y la reacción está clara: querer huir, salir de ahí y escapar para no ser “cazado”.
Es importante que la persona que tienes delante sienta que no le necesitas. En ventas a esto a veces se le llama “soltar la correa”.
Si no dejas ver esta necesidad, te relajas y lo comunicas desde el “no me hace falta, lo hago por ayudarte” el cliente lo va a notar.
Cuando le recomiendas algo que has comprado a un colega porque te ha gustado, es mucho más probable que esa persona tenga ganas de comprar ese producto que si alguien se lo está intentando vender.
¿Por qué?
Porque se lo cuentas desde la calma, sin ninguna necesidad detrás y la otra persona recibe esa información como algo que le puede servir de ayuda.
Por eso yo no recomiendo nunca que trates al cliente desde el “¿cuándo lo hablamos?; ¿al final te interesa lo que te dije?; ¿cuándo podemos empezar?…” porque eso es como tener al típico pesado detrás. Al final hasta le coges manía. Y desde luego no resulta nada atractivo.
Si quieres generar urgencia en una venta usa otras técnicas: pon una fecha límite, un número de plazas/productos limitado, etc. pero nunca estés detrás del cliente persiguiéndole e insistiéndole porque lo único que vas a conseguir es espantarle.
Si tú ya le has contado lo que tienes, lo que puedes ofrecer y tiene la información… déjale decidir, no muestres que necesitas cerrar esa venta porque la escasez se va a oler a kilómetros.
No es lo mismo escribir a un cliente para decirle “¿al final me vas a contratar?”; que decirle “te escribo para informarte de que me quedan solo 2 plazas para esto, te aviso por si te interesa”.
Empieza a comportarte como si tuvieras la agenda a tope de clientes y no necesitaras cerrar ni una venta más. Cuando empieces a hacerlo así, se te llenará la agenda de verdad.
Lo que tú haces vale, aporta y tiene valor, creételo. Mientras más ayudes más riqueza generarás, esto funciona así.
Hazme caso en esto. Y si quieres empezar a darle caña a algo y necesitas un empujón, acuérdate de que el Método OVNI está rebajado solo unos días más. Si no quieres comprarlo no pasa nada pero, luego subirá. La que avisa no es traidora…

Marina Miller
Estratega digital con apellido de actriz porno y fundadora de Espabilismo.